25 de septiembre de 2011

Enanos y sabrosos

Están ahí, en las entradas de las librerías. Son pequeños, son hermosos, como píldoras de felicidad. Cuestan entre 8 y 15 euros y dicen “CÓMEME, serás más sabio, más guay, y no te va a doler porque sólo tengo 40 páginas”. 

Porque sí, porque el tamaño importa. Yo, que siempre he defendido que la dimensión de un libro es algo tan importante como todo lo demás, quería reparar en el fenómeno baby-book, esos libritos en formato pequeño tirando a diminuto que se arremolinan en torno a las cajas de las librerías como si el mostrador fuese una guardería. Se trata por lo general de relatos o novelas menores de autores consagrados (casi todos la diñaron hace ya un tiempo), pero también hay poesía, ensayo, y algún autor actual. Nótese que no son ediciones de bolsillo (ya he dicho que eran libros bonitos), sino ediciones normales "enanizadas". No son pocas las editoriales que abandonan puntualmente su formato habitual para publicar uno de estos minilibros, aunque algunas de ellas han hecho del formato reducido su marca y su bandera, como Minúscula o Periférica, para publicar estupendas novelas. Mi duda está en si estas pequeñas dosis de literatura, por buena y nutritiva que sea, son capaces de satisfacer al lector hambriento y que no anda sobrado de euros. ¿Suelta de buena gana el mileurista de a pie sus 15 machacantes para adquirir uno de estos bellos y sabrosos aperitivos? 


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