21 de junio de 2011

¿A qué huelen las cosas que no huelen?

Sí, me gusta leer. Uno de los principales motivos por los que no veo el fútbol. Hay muchos libros, demasiados, y sólo dos ojos y dos manos, así que no hay tiempo que perder.

Pero, ay amigos, qué dilema. El mercado presiona, y casi empiezo a sentirme como un dinosaurio por no ser todavía una lectora digital de pro.  El e-book llega lentamente, pero parece que llegará para quedarse, junto con una nueva manera de entender la lectura. En esta fase del “quién da más”, encontramos propuestas estupendas, aunque en otros casos los intentos para que la lectura electrónica se parezca a lo que no es dan un poco de penita, como estos ambientadores para e-book con olor a libro (olor a libro de papel, claro está).

Dirigiéndome a una librería de toda la vida a por lectura veraniega


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